La revolución
educativa en Limón


La educación siempre se desarrolló en
las relaciones concretas del hombre con su entorno, social y natural.  Es una reflexión y una acción propia de todas
las dimensiones de la actividad humana.  Por
ello es fundamental su consideración permanente cuando se piensa en el
desarrollo, concebido éste como el camino hacia el bienestar de la humanidad.

 Asimismo, la educación tiene
historicidad, es decir, las formas y contenidos que le dan vida responden a las
condiciones de la época y de la sociedad en que se expresa.
  Por ello cualquier esfuerzo educativo no debe
perder de vista el contexto en que se avanza, debe sustentarse en el
conocimiento de las condiciones de su entorno y la de los participantes.
  

Como condición activa de todo el proceso
social, la educación implica una completa atención sobre la realidad, que permita
superar las visiones mitificadas o distorsionadas de la misma y exige una
completa dedicación a la acción, puesto que participa de la dirección del
proceso.

Frecuentemente
escuchamos que la educación es un factor de cambio, que es liberadora, que es
fragua de la democracia, que es el camino de la paz.  Estas concepciones evidencian sus dimensiones
políticas, muestran relaciones complejas que se median entre la educación y las
transformaciones de nuestras sociedades.
 

 A
fin de cuentas, todo acto educativo pretende cambiar a la persona a fin de que
la humanidad progrese. Y aquí encontramos un punto de reflexión fundamental,
que concierne lo que cada sociedad, o grupo dentro de ella, definan como
progreso, pues a ello corresponderá el tipo de educación que se impulse.

Todo acto educativo, más allá de la
información y soluciones técnicas que aporta, debe contribuir a ampliar el
horizonte de la libertad y la justicia; es el compromiso de su dimensión
humanista, pues no solo se trata de formar cuadros calificados para una
determinada tarea, sino también y fundamentalmente ciudadanos orientados por
principios éticos y morales.

 El proceso educativo, como todo proceso,
cristaliza las condiciones y posibilidades de la coyuntura y es acumulativo;
los productos logrados en todos los niveles y dimensiones se articulan y son
siempre y en buena medida, responsabilidad de los educadores.
  Debemos entonces preguntarnos por la calidad
de los educadores que educan las generaciones que conducirán, en un futuro, los
destinos de nuestra sociedad. ¿Cuál es su visión del mundo?, ¿Cuáles son sus
valores y preocupaciones?, ¿Qué importancia atribuye a sus responsabilidades?;
De estas respuestas depende la calidad de la educación.

 Entonces, si la educación es punto de
partida de las transformaciones sociales, si exige una completa dedicación a la
acción, tenemos que sacarla del discurso, de la clase magistral, de las aulas;
la acción educativa debe ofrecer la posibilidad de aplicar las ideas que
maduran, de proyectarse a la nación, de traducirse en acciones que contribuyen
al desarrollo del país, no como slogan, sino como futuro.

 Mucho se ha hablado y cuestionado sobre
la calidad de la educación en Costa Rica, y sobre todo en Limón, donde el
recurso humano calificado es escaso.

En otro orden de cosas, los programas
nacionales por su naturaleza no representan un verdadero soporte a las
necesidades de la región, ni toman en cuenta las particularidades de las
regiones suburbanas como la nuestras.

 El modelo educativo debe tener la
flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades de cada región.
  También, debe tener la virtud de proveer al
profesional en educación de estas áreas de los instrumentos pedagógicos
necesarios para el cumplimiento de su tarea.

Limón siendo una de las áreas de mayor
desarrollo industrial y turístico futuro, si así lo decidiera la esfera
política, adolece de una educación acorde. 
En primera instancia, la educación básica en la región debe ser per se
bilingüe, por la importancia en el desarrollo integral y la comunicación; así
como en la competencia por los mejores puestos en la futura bolsa de trabajo.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *